Las cuatro y media de la tarde. Estación de tren. Hacía mucha calor, pero cómo nosotros dos éramos Pokémon de tipo fuego lo podíamos aguantar perfectamente.
Hmm. Me aburro mucho, tío. No llevo reloj, ¿cuánto falta?
No te impacientes, amigo mío. Sólo nos queda media hora para cojer el tren.
Teníamos que cojer ese tren para llegar a otra estación que estaba en la capital, y cogimos un autobús para ir a la aldea.
-Mirando despreocupado por la ventana-
Atención, queda un cuarto de hora para llegar a la aldea.
Espero que la aldea tenga algo interesante, porque en un pueblo tan pequeño no hay ningún centro comercial ni ningún cine.
¿Qué se le va a hacer? El jefe nos regaló las vacaciones a los dos, habrá que aprovecharlas. Allí igual me inspiro para continuar mi libro.
¿Estás escribiendo un libro? ¡Qué guay! ¿De qué trata?
No lo sé, pero sé que lo voy a escribir. Es algo raro.
Pues ya ves. Yo no tengo la cultura suficiente para escribir un libro de algo, acabo de cumplir la mayoría de edad.
Tras una corta conversación, llegamos al pueblo. Eran ya las seis de la tarde, y había mayoritariamente niños jugando. Nosotros nos alejábamos en una casa rural bastante grande, con algunos lujos cómo jacuzzi, televisión o internet.
La madre que me parió. Esto es inmenso, tío. Aquí podría montarme unas fiestas chachis.
Relaja las tetas. Es una casa rural, cómo rompamos algo nos la cargamos.
Pues en el jardín. Fiesta con piscina, va a ser la polla. Aquí alguna gente joven habrá, la vamos a líar.
No tengo ninguna objección. Me vendría bien un poco de fiesta para depejar la cabeza.
Pues vamos, pero antes una viciadita, eh?
A Call of Duty, para matar campers.
Tras jugar un rato, invitamos a la gente joven a la fiesta, pero no vino nadie. Deducí que sería por que aquí no vive personas jóvenes, es una aldea.
Menuda mieerda. Ya que hemos preparado todo, cenamos aquí una barbacoa, cuidado que quemará.
Muy bien, así me gusta. Vas aprendiendo a hacer bromas "de listos." Me voy al jacuzzi un rato.
Cómo quieras, tío. Yo voy haciendo la carne.
Me fuí al jacuzzi, y allí empecé a pensar detenidamente.
El jefe parecía muy serio cuando me mandó de viaje. Le dije al otro que era un regalo, porque si supiera que este viaje era de negocios no hubiera querido venir. El jefe ayer parecía muy triste. Y me extrañó mucho la frase final que pronunció: "Buena suerte, y espero que este viaje no haya sido en vano." Me huele mucho a chamusquina, pero de momento no ha pasado nada. A disfrutar de las vacaciones.
En ese momento no entendía nada, pero mañana descubriría una parte del pastel. Mi amigo me llamó.
La carne está lista, quillo. A cenar.
Cenamos y nos fuimos a dormir. Este día para mí fué bastante pacífico, lástima que los otros dos fueran tan trágicos. En ese momento estaba feliz, me doy envidia de mi mismo.